Aquí un hombre enseña a sus hijos cómo hay que tratar a un caballo. Es como una presentación en la que se conocen un futuro guerrero y la criatura que le va a llevar al combate, el animal con el que puede morir o alcanzar la victoria.
Quería que fuese muy natural, que el pequeño tuviese miedo y reparo y que el hombre apenas sí llevara una pequeña arma. Lo que muestro es el legado de la caballería, un hombre transmite a sus hijos su vocación, y lo hace con devoción, enseñandoles cuál es su papel, al que han de ser fieles. También quería hacer una oda al caballo, que como muestro en la serie pasada, es el que abrirá a la Europa Antigua las puertas de un mundo nuevo.