
Este dibujo lo titulé 'El amargo deber de rendirse'. No conozco, desgraciadamente, ninguna batalla del R. Cantabria, pero me tomé la licencia de mostrar una ficticia rendición de estos soldados. Quería centrarme más en los gestos de los hombres: ira, resignación, duda; de hecho jugué con la acción, mostrando al oficial, a la derecha, en el momento de capitular, pero a los soldados ya sin las armas.