A principios del XIX el imperio ruso mostró interés en el Índico, para lo que debía acceder por Afganistán y la India. Para el imperio británico aquello era una amenaza sobre su joya de la corona: India. Los rusos enviaron una delegación a Kabul que fue muy bien acogida. Los ingleses quisieron hacer lo mismo, pero sin éxito. Así que Inglaterra decidió tomar Afganistán y hacer de él un estado bisagra y anular así la amenaza rusa. Entre 1839 y 1842 y en 1878, los ingleses sufrieron dos derrotas y una terrible retirada. Afganistán fue tan duro para los ingleses como lo sería cien años depués para los soviéticos.
Poco después, entre 1880 y 1881, los ingleses sufrieron otro revés del que salieron algo más airosos: las Guerras Boers en Sudáfrica. La organizadas y extensas líneas de infantería se desbarataron contra los escurridizos tiradores montados boers. Por eso los ingleses recurrieron a las trincheras, en las que murieron muchos hombres. Como sucedió en Spion Kop.
Arriba, ingleses cruzando un río en Afganistán. Abajo británicos atendiendo a un camarada herido en las colinas de Sudáfrica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario