domingo, 17 de marzo de 2013

A matar

Pistoletazo
   A partir del siglo XV, la caballería -hasta entonces la gran máquina de guerra- perdió peso, sustituida por la infantería. La caballería pesada -gruesas armaduras, lanza en ristre-, pensada para arrasar como una ola, no desapareció con la revolución de la pólvora, pero si quedó relegada a un segundo plano. Los piqueros, armados con picas de hasta 5 metros, en apretada formación, podían inutilizar a la "pesada marea" de hierro. 
   La caballería ligera también se vio afectada; hubo de cambiar su esencia: adoptó armas de fuego para combatir en acoso, es decir acercarse al enemigo y disparar antes del contacto. Debían ser muy eficientes, de lo contrario sufrirían el fuego de arcabuceros y mosqueteros, mucho más efectivos que el tiro de una pistola. A la caballería ligera se la denominó también herreruelos; iban armados con armas blanca y pistolas de arzón y carabinas o escopetas -muy rudimentarias ciertamente-. 
    En la imagen un herreruelo descarga su pistola contra un enemigo. Es español, la cruz de Borgoña que lleva pintada en el peto lo identifica como tal. 

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